Palos Flamencos Parte II

SOLEÁ


La palabra soleá es una variante andaluza de la voz soledad. Se trata de una modalidad del cante flamenco, más utilizado en su vocablo en plural soleares, asi como una danza que se baila con esta música.
El hecho de que el término soleá derive de soledad no aclara suficientemente las razones de su aplicación a un determinado estilo de cante. Se trata de la más representativa creación gitano-andaluza surgida con posteridad a las tonás y siguiriyas; en sus orígenes fue un cante para bailar, desgajado de alguna forma de los llamados estilos festeros, y paulatinamente enriquecido desde su gestación en el primer tercio del s. XIX.
Métricamente consta de tres o cuatro versos octosílabos. En el primer caso se suele llamar soleá corta, oriunda al parecer de Triana, que suele cantarse como macho o remate del polo. Existen diversas variantes locales de soleares, definidas primordialmente en Triana, Alcalá, Utrera, Jerez, Cádiz y Lebrija, y cuyo más integros ejemplos aparecen tradicionalmente asociados a los nombres de sus primitivos forjadores: la Andonda, Merced la Serneta, Paquirri el Guanté, Enrique el Mellizo, Antonio Frijones, Joaquín el de la Paula, Juaniqui de Lebrija, etc.
La soleá esta considerada como la columna vertebral del flamenco. El perfecto equilibrio del cante jondo afirma González Climent. Pepe el de la Matrona la compara con el toro de casta, que no deja al torero colocarse porque tiene más nervio y bravura que él. Por todo esto, la soleá es considerada piedra de toque del cantaor y mide la calidad del mismo por su dominio en este cante.

ALBOREÁ


La alboreá es un cante ritual de las bodas gitanas que hace referencia a la virginidad de la novia. Los gitanos consideran de mal fario cantar la alboreá fuera del ritual y en presencia de payos, por lo que es un cante poco difundido.
Musicalmente hay varios tipos de alboreá: la de la baja Andalucía, Sevilla y Cádiz, que se hace por bujerías por soleá, la granadina que se hace por tangos y las personales de Córdoba y Jaén.

POLO


El polo es una modalidad del cante flamenco, procedente, al parecer, del transplante de alguna imprecisa canción popular a la órbita expresivas de las soleares.
El origen de su nombre es dudoso y se ha pretendido buscarle una raíz culta, basandose en cierto antiguo baile español así llamado. La misma indecisión sobre su etimología subsiste al ahondar en su procedencia flamenca; lo más seguro es que el polo y su hermana mayor la caña no sean más que formas estratificadas de las soleares, rígidamente transmitidas a partir de su poco autónoma formación.
Los llamados polo de Tobalo y medio polo son desconocidos hoy; solo se conserva una única variante, el polo natural, cuya dependencia musical y literaria con las soleares es evidente y al igual que estas sus estrofas están compuestas de cuatro versos rimando el 2º con el 4º.

CAÑA


La caña es una modalidad de canción popular andaluza de gran virtuosismo vocal. La forma mas común de utilizarse su vocablo es en su plural, cañas.
Su origen es confuso, algunos afirman que la palabra caña procede del árabe gaunnia que significa canto, otros consideran que la caña procede de un canto anterior, no flamenco, en cuyo estribillo se nombra a la caña, y otros consideran que la caña proviene de una vieja costumbre de cantar a las cañas, de vino, puestas en el mostrador.
La estrofa de la caña no tiene una estructura propia, cualquier soleá grande, es decir de cuatro versos, se le adapta perfectamente.

PETENERA


La petenera es una modalidad de cante flamenco, con aire popular parecido a la malagueña, con que se cantan coplas de cuatro versos octosílabo, procedente de la cantera folklórica regional, aun quedan muestras en este sentido, y aflamencada después, de acuerdo con la indirecta tutela de una soleá bailable.
Pueden distinguirse, aparte de la canción tradicional dos variantes flamencas de peteneras: la corta y la larga, según la extension de sus coplas y la profundidad de su acento melódico.
La petenera ha sido considerada de origen judío en una época o cubano por otros basandose en los contenidos de sus letras. Hoy se estima que este cante fue creado por una cantaora nacida en Paterna de la Rivera, Cádiz, que era conocida como La Petenera y que posiblemente, recogiera de un canto popular del s. XVIII, que adquirió gran popularidad en la segunda mitad del s. XIX. Posteriormente este cante fue recogido por Medina el Viejo, creando un estilo de gran dificultad interpretativa. Pero quien le dio la forma que más se interpreta en la actualidad fue Pastora Pavón "Niña de los Peines".

BULERIAS


Las bulerías es un canto popular andaluz, en compás de tres tiempos y ritmo vivo, que se acompaña con palmas. También se llama así el baile que se ejecuta al son de este cante.
La burlería es la hija directa de la soleá. Proviene del estribillo por el que solía rematar su soleá el Loco Mateo. Este cante nació en Jerez, tomando la medida de la soleá, aligerando su compás y creando este estilo para acompañar el baile, allá por los últimos tercios del s. XIX. El origen de su nombre no está nada claro. Según unos viene de burlería o burla. Según otros proviene de bullería y éste de bulla, griterío o jaleo. Y, según otros, de cante bolero, es decir, bailable, y de ahí cante de bolería, y por derivación burlería. Lo que sí sabemos es que es un cante eminentemente gitano, lleno de gracia y compás en el que cabe cualquier copla, desde el cuplé hasta cualquier canción popular, sólo es necesario que el cantaor sepa como dar los tercios al compás de la burlería.
Básicamente existen dos clases de burlería, las bulerías festeras o para bailar y las bulerías al golpe o para cantar, cuya modalidad más definida es la que suele llamarse bulerías por soleá.
Las bulerías se pueden clasificar en bulerías de Jerez que son las que tiene mayor predominio del ritmo y están hechas principalmente para bailar; bulerías de Cádiz, distinta a las demás en el tono de la guitarra que las acompaña y en la que en su interpretación predomina la gracia y se prestan a los característicos trabalenguas; bulerías de Utrera y Lebrija, con cantes más lentos, marcando mucho más los tiempos, es decir, arromanceadas, son básicamente bulerías para cantar; bulerías de Triana, que, básicamente, son las que hacía Pastora Pavón "Niña de los Peines" y Manuel Vallejo; y las anteriormente mencionadas soleá por bulerías o bulerías por soleá como cante intermedio entre la soleá y burlería, si el ritmo de la soleá se acelera un poco se pasa a la soleá por bulerías, y si acelera otro poco ya estamos en la burlería.

TANGO


El tango flamenco, denominado también tango gitano o, simplemente, tango, tiene un origen muy poco definido. Es posible que provenga de un antiguo aire bailable gaditano, dotado, después, de una insuperable personalidad flamenca al ser refundido por los gitanos de la región.
Ya en la segunda mitad del s. XIX los tangos se convirtieron en el más representativo de los cantes festeros para bailar, y su influjo condicionó el desarrollo de otras distintas especies flamencas surgidas por esos años.
Las clases de tango más conocidas son: los de Cádiz, que son los primeros; los de Jerez, los de Triana, los de Granada, propios del Sacromonte, con dos modalidades: los merengazos y los del camino, los primeros muy rápidos y los segundos más lentos; el tango malagueño, el del piyayo, que es un tango irregular, con aires de guajira y creado por éste singular gitano, que solía acompañarse él mismo con la guitarra; los tangos extremeños, también llanados canasteros; los de Jaén, impropiamente llamados así, que son tangos poco conocidos.
Al lado de las tonás, las siguiriyas y las soleares, los tangos, tanto por su ritmo como por su vigorosa capacidad expresiva, constituyen una de las formas básicas de todo el repertorio conocido de cantes y bailes flamencos.

TIENTOS


Los tientos es una modalidad de cante flamenco, cuyo estilo básico es una consecuencia de los tangos.
Los tientos son de aparición reciente. Se ha atribuido su creación a Enrique el Mellizo, cantaor gaditano del s. XIX, y divulgados por Manuel Torre.
Es posible que su denominación provenga de su relación con el tango; su compás es idéntico al de éste, pero más lento y majestuoso, es decir, es un tango "con tiento" (con cuidado, con mesura, despacio).
Las letras de los tientos suelen ser sentimentales y conmovedoras, en cambio las de los tangos admite desde las humorísticas hasta las emotivas. Normalmente los tangos y los tientos se cantan juntos, se acostumbra a empezar por tientos, dada su mayor expresividad, y rematar el cante por tangos debido a que solo hay que aligerar el ritmo para pasar de uno a otro.

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